Este viernes 2 de mayo, en el sector rural de Las Motas, comuna de Longaví, los lugareños dieron vida a una de las tradiciones religiosas más antiguas y significativas de nuestro país: la Cruz de Mayo. La celebración, cargada de simbolismo y fe, convoca a familias completas que se reúnen para honrar la cruz como emblema de redención y conmemorar la pasión y muerte de Cristo.
Esta festividad tiene sus raíces en la época de la conquista, cuando los misioneros utilizaban la cruz como herramienta de evangelización. A lo largo del tiempo, esta práctica se fue arraigando en el corazón de diversas comunidades del país, adoptando características únicas en cada región.
En Las Motas, la jornada estuvo marcada por cantos, oraciones, encuentros comunitarios y el espíritu solidario que caracteriza a este tipo de celebraciones. La cruz fue adornada con flores y telas, siendo acompañada por vecinos en una manifestación de fe que traspasa generaciones.
La Cruz de Mayo no solo es una expresión religiosa, sino también una instancia para fortalecer los lazos comunitarios, manteniendo viva una tradición que forma parte del patrimonio cultural de Chile.
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